Un tronco seco ablandado por dos almohadones nos invita. Y buscamos. Podemos seguir el trazo de las ramas bajo el cielo. El sol construye su propio laberinto tras el filtro de las hojas. Si suena, el chistido seco de un colibrí nos habrá puesto cerca de la posibilidad de otro recorrido. Este vagabundeo con la imaginación elegirá hacer pie en las hojas, en las alas, en la luz. O puede detener su mirada en el gatito que dedica ingentes esfuerzos a perseguir su propia cola.

Que el gato encuentre su rabito y lo muerda es tan inmediato como la sorpresa dolida con la que se suelta. Pero pocos segundos después olvida o juega a que olvida y vuelve a correr tras de sí. Nosotros pasaremos los días en la misma ronda de encuentros de luz, mordidas de ramas y colibríes de olvido.

Quizás aquí, Bajo la rosa china, experimentemos algo de ello.

martes, 22 de marzo de 2016

Un poema de Francisco Madariaga.

http://franciscomadariaga.blogspot.com.ar/
Francisco Madariaga


DONCELLA BRUJA

Seres adoradores del centro de la tierra, del cuerpo de la tierra, de los follajes de la tierra.

Tierra sentada junto a mi con miembros de doncella bruja trabada de cabellos-terrores del amor;
quiere ella que le aten los sexos vivos de sus hombres
de plata o de diamante, de rayos o de espumas.

Sus hombres de celo de flores de locura de pájaros, de intenciones rojas negras de pájaros.

¿Sus rodillas?: con la maldad del aceite del todos los colores.

Rodillas que se doblan porque su corazón-sexo
hierve aquí mas que en cualquier
  Continente.

 
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 FRANCISCO MADARIAGA. Antología poética. Fondo Nacional de las Artes. Buenos Aires (Argentina). 1996.
 

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