Un tronco seco ablandado por dos almohadones nos invita. Y buscamos. Podemos seguir el trazo de las ramas bajo el cielo. El sol construye su propio laberinto tras el filtro de las hojas. Si suena, el chistido seco de un colibrí nos habrá puesto cerca de la posibilidad de otro recorrido. Este vagabundeo con la imaginación elegirá hacer pie en las hojas, en las alas, en la luz. O puede detener su mirada en el gatito que dedica ingentes esfuerzos a perseguir su propia cola.

Que el gato encuentre su rabito y lo muerda es tan inmediato como la sorpresa dolida con la que se suelta. Pero pocos segundos después olvida o juega a que olvida y vuelve a correr tras de sí. Nosotros pasaremos los días en la misma ronda de encuentros de luz, mordidas de ramas y colibríes de olvido.

Quizás aquí, Bajo la rosa china, experimentemos algo de ello.

domingo, 31 de marzo de 2013

Un poema de Antonio Esteban Agüero

http://www.caminosanluis.com.ar/san-luis-y-sus-rios-cristalinos/sierras-puntanas/

 

BALADILLA DE LOS PIES DESCALZOS 


Pezuñas de vacas
y vasitos de asnos
y la seña breve
de los pies descalzos.
Pezuñas de vacas
y vasitos de asnos...
Por la calle verde
y el sendero blando,
por la aldea quieta
y el herido campo,
voy hallando señas
de los pies descalzos.

Morenos, menudos,
de mugre calzados,
que el arroyo quiere
y persigue el barro...
Morenos, ligeros,
listos como pájaros:
desdeñan la ojota,
odian el zapato,
¡libres por la senda
van los pies descalzos!

Su dueña: una niña,
su dueño: un muchacho;
han ido siguiendo
misterio del campo,
un secreto ruido,
un bramido raro,
en la noche: tucos,
en la loma: pájaros,
y siempre perdiendo
o regalando rastros,
por noches y días
van los pies descalzos.

Saben sus talones
ijares del asno,
de la mula arisca
y el petizo manso...
Saben de la tierra,
de trizar un charco;
de ir pisando lunas
y nubes y astros
en la noche baja
del arroyo claro...
¡Saben lo que nadie
estos pies descalzos!

Tienen gustos griegos,
son sucios y sanos...
¡Oh Dios cómo esquiva
pinchos y guijarros
la nativa gracia
de los pies descalzos!

- . - . -

Antonio Esteban Agüero: Romancero aldeano, 1938. En Antonio Esteban Agüero: Obras completas, Tomo I, pp. 130-131. Editorial Universitaria San Luis. San Luis (Argentina), 1993. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario