Baldomero Fernández Moreno |
Aquí nos tienes, Darío,
reunidos a todos, mira:
ésta es mi mujer, Dalmira,
morena como un estío.
Éste el hijo en quien confío
que dilate mi memoria,
y ésta mi niña y mi gloria,
que de ella no digo nada...
Cuatro meses es su historia.
El momento de yantar
desde hoy has de presidir,
y hasta el llorar y el reír
y la hora de trabajar.
Desde ahí, contempla el hogar
que no gozaste en el mundo;
mientras yo, meditabundo,
cuando mire tu retrato
te envidiaré largo rato,
triste, genial y errabundo.
1926